Vuelve septiembre, las rutinas y la vuelta al cole … pero nosotros, que vamos a nuestro ritmo, nos vamos de vacaciones a España unas semanas.
Primero de casa rural con los amigos y todos los bebés (se aceptan canguros), luego a Santander a ver tiendas bonitas y sus maravillosos acantilados, que yo no lo conozco y Bichita tampoco; después bodorrio en Burgos y finalmente unos días, los tres solos, en algún lugar por determinar cerca de los Pirineos.
Ya tenemos las maletas preparadas, una torre de regalos para los amigos, la nevera llena de quesos apestosos y un coche viejuno donde no va a entrar ni la mitad, jajaja El montañero dice las cajas con los regalos no entran y yo quiero tirar por la ventana los quesos, porque cada vez que abro el frigorífico se inunda la casa de una mezcla pestilente de pies y algo putrefacto … puagh! No me quiero ni imaginar ocho horas de coche con eso dentro 🙁
Pero lo que mas me apetece es llegar al pueblo, pedir un pincho en el bar, que la peque vea a los abuelos y abrir todos los paquetes que durante el año han ido llegando (compras on-line, regalos, encargos, trueques) Es como la mañana de navidad, y este año hay un par que me hacen especial ilusión … ya os enseñaré lo que contienen.
Aunque no se si me hace mas ilusión eso o que cuando vuelva a Francia, presentaré en sociedad el nuevo blog y la tienda online … que nervios!
Bueno, lo dicho, nos vemos a la vuelta y espero poder seguir retransmitiendo desde instagram cuando pillemos wifi; siempre y cuando el montañero no me esconda el móvil, jajaja
À bientôt